Cuando se acerca la primavera van abriéndose ríos o tramos de río para practicar la pesca de la trucha más o menos silvestre.
Los primeros días se caracterizan por la poca actividad de las truchas debido fundamentalmente a la baja temperatura de las aguas.
La actividad de los insectos acuáticos también es muy baja produciéndose pocas eclosiones y muy cortas generalmente
Como cada comunidad tiene su propia normativa poco a poco se va pudiendo pescar en todos los ríos quedando lo últimos para el mes de mayo.
Ahora en junio estamos en plena temporada de pesca de trucha y de otras especies.
Como cualquier temporada hay días buenos y malos y días en los que estamos más inspirados o más centrados que otros y pescamos mejor (lo que no necesariamente significa que pescamos más)
Poco a poco se va extendiendo la gestión en régimen de captura y suelta, como sucede en todos los países que utilizan la pesca deportiva como actividad a promover y como actividad que genera ingresos.
A nuestro alrededor Castilla y León, Aragón y Guipúzcoa ya han implantado la gestión basada en captura y suelta en la mayoría de sus ríos en casi la totalidad de su recorrido.
Desgraciadamente, en Navarra, a pesar de que la gestión extractiva y sostenible, según se dijo por parte de los responsables de Medio Ambiente, se haya demostrado que es absolutamente insostenible se sigue permitiendo en la mayor parte de la zona salmonícola superior matar truchas. Y todo esto teniendo los resultados más bajos de los muestreos de la historia.