lunes, 5 de septiembre de 2011

ALASKA 2011

El pasado 20 de agosto Alfonso, Álvaro, Javier, Jorge, Paco y yo salimos de Bilbao en dirección a Alaska (concretamente a King Salmon).

El primer salmón silver

El viaje fue largo y lo hicimos en tres vuelos Bilbao-Fankfurt, Fankfurt-Anchorage y Anchorage-King Salmon; pero sin ningún problema y cumpliendo todos los horarios.

Otro silver

En el aeropuerto de King Salmon nos esperaban para llevarnos al Katmai Trophy Lodge donde estaríamos hasta el día 26 a la tarde.

Preparados para empezar un día de pesca

El plan eran 6 días de pesca en el río Naknek y sus afluentes, pero surgió la posibilidad de volar al Katmai National Park y pescar el Margot Creek, así que el día 25 Alfonso, Álvaro, Paco y yo nos fuimos en un hidroavión a pescar rodeados de osos.

Compañeros de pesca

El Katmai Trophy Lodge fantástico, un lugar espacioso muy agradable y además con una muy buena atención. Simplemente perfecto.

Un detalle del interior del lodge

La pesca en el Naknek era de 8 a.m. a 6 p.m. por lo que el desayuno era a las 7,30 a.m. y la cena a las 7 p.m. En el río comíamos un sandwich, una pequeña bolsa de algún aperitivo y una pasta. Además a eso de las 6 p.m. al llegar del largo día de pesca siempre teníamos preparado algún aperitivo y limonada fresca.


Este silver llevaba un tiempo en el río

Respecto a la pesca fue bien a pesar de que el río bajaba muy alto y sus afluentes muy tomados, de hecho uno de ellos (el Big Creek) no lo pudimos pescar. Aunque no había muchos salmones en el río pescamos salmon Silver, y también, arcoíris, salmon King inmaduro, Dolly Varden, tímalo, salvelino ártico y algún white fish.

Salmón King inmaduro

Las primeras horas del día las dedicábamos a los silver para terminar las últimas 2 ó 3 horas dedicados a las truchas y los otros tipos de peces, pescándolos con imitación de huevas de salmón.

Uno de los dobletes, en este caso de tímalo y arcoiris

El día que fuimos a Katmai National Park a pescar el Margot Creek el objetivo eran los char (salvelino ártico) y las arcoiris, aunque había mucho sockeye desovando y moribundos después de haber completado su ciclo reproductor.

Paco con un sockeye

De nuevo pescamos con imitación de hueva, ya que al estar los sockeyes desovando el río estaba repleto de huevas y las arcoíris y los salvelinos absolutamente cebados a esas huevas. La media de los peces pescados (la inmensa mayoría char) era de entre 40 y 50 cm y hubiéramos pescado muchísimos si no fuera porque teníamos que compartir el río con un montón de osos dedicados a comer continuamente sockeyes y que, como es obvio, tenían preferencia.

Char o salvelino ártico

Después de estos seis días de pesca volvimos a Anchorage, alquilamos dos coches y nos dirigimos a Talkeetna, parando por el camino en Wasila para comer y comprar algún material de pesca, en el puente sobre el Willow Creek y en el puente sobre el Montana Creek para observar la presencia de salmones.

Talkeetna

Una vez instalados en el hotel de Talkeetna nos quedaban dos días para pescar o visitar algo de interés y el último día para volver a Anchorage y volar para volver a casa.

Amanece en Talkeetna a orillas del Susitna river, con el Mckinley al fondo

Dedicamos el primer día a pescar, para lo que nos dirigimos al Montana Creek. Había bastante gente, pero no estaba demasiado masificado, probablemente porque los salmones que había, Pink y Chum, estaban muertos en muchos casos y la mayoría moribundos (sobre todo los Pink) y no cogían la mosca.

Salmón Pink

De todas formas había también algunos Chum que estaban desovando o a punto de hacerlo, que sí le seguían y amagaban a la mosca, aunque la mayoría que pescamos venían robados.

Salmón Chum

A la caída de la tarde dejamos el Montana Creek y nos dirigimos a un lago próximo a Talkeetna para pescar arcoíris donde alguno pescó alguna pequeña con tricóptero.

Como la pesca de salmones en el Montana Creek no era muy apasionante Alfonso, Álvaro y Paco se fueron a mediodía a Talkeetna para visitar desde una avioneta los glaciares del Mckinley y volvieron encantados de la experiencia, que duraba desde que despegaba hasta que volvía a aterrizar una hora exacta.

Denali National Park

El último día de estancia en Talkeetna lo dedicamos a hacer una excursión al Denali National Park, que resultó ser una experiencia inolvidable, aunque no tuviéramos mucha suerte con la fauna que pudimos ver. Pero el lugar, además de inmenso, es de una gran belleza y además, a pesar de ser agosto, presentaba unos colores claramente otoñales que lo hacían muy espectacular.

Alces en una charca muy temprano, sin tiempo para que se disipe la neblina

En resumen un gran viaje de pesca, aunque no sólo de pesca, que hay que procurar repetir en cuanto sea posible.

lunes, 8 de agosto de 2011

ASTURIAS JULIO DE 2011


Como suele ser habitual, al empezar el mes de julio me fui a Asturias a pescar durante unos cuantos días.

Si la temporada pasada la pesca estuvo complicada debido a las enormes riadas que hubo a mediados de junio, que cortaron las eclosiones y que, mientras se regularizaba, durante los primeros días hicieron que el caudal fuera algo más grande de lo que sería aceptable para pescar a mosca.



Un juvenil de salmón

Este año la situación en los ríos era justo la contraria, casi no bajaba agua. Los caudales eran los que deberían de tener los ríos al final de un verano seco.

En consecuencia la pesca no ha sido buena porque las capturas han sido escasas y porque no ha sido posible hacer llegar hasta la sacadera ningún pez de 40 cm o más.


Maca con una buena trucha.


Los bajos caudales y la temperatura del agua no favorecían las eclosiones por lo que la actividad de reos y truchas era muy baja.



La situación en Galicia en los ríos próximos a Asturias todavía era peor, pues a la escasez de agua había que sumarle la gran proliferación de plantas acuáticas que casi impedían el caminar por el río buscando las posturas y la actividad de las truchas.



Además, debido a las circunstancias, cuando alguna trucha cogía tu mosca generalmente lo hacía con mucha precaución y como si quisiera probar un poquito para probar a qué sabe, en vez de comérsela con franqueza.




Por esto, al hecho de que la poca actividad supusiera que no fueran muchas las picadas, hay que añadir además que las truchas y reos de 40 cm o más se soltaran durante la pelea.



Resumiendo este año la pesca en mis vacaciones en Asturias ha estado muy floja. Habrá que esperar al próximo año confiando en tener más suerte.






jueves, 14 de julio de 2011

La pesca recreativa ha vuelto a la zona salmonícola superior


Después de tres años de veda, este año se han podido pescar algunos ríos de la zona salmonícola superior de Navarra. No se ha podido pescar en todos porque hay algunos que después de tres años de veda no se han recuperado lo suficiente como para poder resistir la presión de pesca con garantías de continuidad.



Tras estos tres años sin pescar algunos tramos de río han tenido una muy buena recuperación y otros no tan buena. La conclusión lógica es que la pesca extractiva acaba con las truchas, pero no es el único factor que interviene en el progresivo descenso de la población de truchas. Debe haber otros factores, no me refiero a los tramos de río que no tenían nada y que, como es obvio, no pueden en tres años aumentar su población de truchas hasta valores aceptables.



La vuelta a la pesca en la zona salmonícola superior se esperaba con una mezcla de curiosidad y ansiedad. Curiosidad por comprobar el resultado de tres años de veda y ansiando volver a nuestros rincones favoritos que tanto hemos echado de menos durante la veda.



Los primeros días fueron excepcionales debido a que la falta de presión de pesca hizo que las truchas estuvieran muy confiadas y que fuera relativamente fácil que nuestras imitaciones funcionaran muy bien.



Había algunos tramos de río que acumulaban pescadores haciendo que la pesca se volviera casi imposible en algunos momentos.


No se sabe si esta señal es consecuencia de alguna

riada o si está ahí para regular el paso de pescadores


Otro factor a destacar es la escasez de agua en los ríos debido a una primavera muy seca casi sin lluvias. Algunos ríos bajaban como si fuese finales de verano en vez de primavera.



Se ha observado también una mayor presencia del guarderío y del SEPRONA, lo que es de agradecer por parte de los pescadores respetuosos con la normativa y el río.



Cabe destacar que, aunque el número de permisos disponibles era 26568 como el número de licencias parece ser que ronda las 23000 parecía imposible que se pudiera disfrutar de los 5 permisos posibles, sin embargo al final han sobrado unos poquitos permisos.


Ahora, una vez terminada esta corta pero ansiada temporada de pesca, habrá que esperar la evolución de la gestión de los responsables de Medio Ambiente.


Esperemos sea más proporcionada y justa con los pescadores que respetamos la vida de los peces y practicamos el captura y suelta, no sólo cuando obliga la normativa, sino de forma sistemática.