sábado, 20 de octubre de 2012

Barbos y Carpas


El verano y el otoño son las estaciones más interesantes para pescar estos ciprínidos a mosca debido a que con el calor están más activos y además cuando se aproxima el invierno incrementan su actividad para acumular la mayor cantidad de reservas, ya que durante el invierno se aletargan y tienen una actividad muy baja casi nula.


Además con el estiaje el nivel de agua de los ríos disminuye mucho y los podemos localizar con mayor facilidad y pescarlos a pez visto poniéndoles la mosca, ya sea una seca o una ninfa, en el punto más adecuado para que la puedan coger.


La mayoría de las veces están comiendo ninfas, por lo que lo más frecuente será pescarlos a ninfa o con pequeños estrímers.



La picada puede ser muy sutil, pero algunas veces también pueden tener una picada clara e incluso muy violenta.



Si buscamos ejemplares de buen tamaño la pelea será potente y nos costará un rato hacernos con el pez utilizando un equipo no muy pesado y ayudándonos siempre de una sacadera.


Yo utilizo una línea 6 y monofilamento del 18 como terminal, pero algunos usan líneas del 8 y terminales del  25 lo que acorta bastante la pelea con el pez.


Como todos los peces la dificultad para pescarlos radica fundamentalmente en la presión de pesca, si en el tramo que vamos a pescar no los ha pescado casi nadie nos resultará relativamente fácil pescarlos, pero si el tramo es visitado regularmente por pescadores la pesca puede resultar muy complicada e incluso casi imposible.



Las diferencias entre estos dos ciprínidos son grandes tanto por su localización como por la forma de picar y el desarrollo de la pelea. 



Por regla general  la carpa se encuentra en zonas paradas o de muy escasa corriente y frecuentemente alimentándose muy  cerca de la orilla. La situación más favorable, sin duda, es aquella en la que localizamos a una carpa que pegada a la orilla avanza comiendo todo lo que encuentra por el fondo o entre la vegetación sumergida, porque podemos aprovechar la vegetación de la orilla para que no nos vea  y cuando se encuentre a tiro presentarle una ninfa más o menos a un palmo de su boca.


El barbo, sin embargo, es más frecuente que se encuentre en las zonas de corriente comiendo las ninfas que derivan por el río o las que se encuentran entre las piedra del fondo y tendremos que poner nuestra ninfa a unos 50 cm por delante, clavando al menor signo de movimiento que haga el barbo. 





sábado, 11 de agosto de 2012

Pescando black-bass con imitación de libélula

El black-bass es un pez originario de norteamérica que fue introducido en nuestras aguas hace muchos años porque no requiere aguas extremadamente limpias y oxigenadas y, sobre todo, por sus cualidades como especie deportiva.


A mi me gusta pescarlos ahora en agosto y con imitación de libélula roja (la más abundante en las balsas donde suelo pescar) hecha con foam y alas de kristal flahs.

Libélula que ya ha terminado su ciclo vital.

Los días más propicios son aquellos en los que el cielo esta despejado , no sopla viento y hace mucho calor.
Las horas de mayor actividad son las centrales del día, aproximadamente de las 12,30 del mediodía a 6 de la tarde.

Como es lógico la única manera de poder aguantar las condiciones climáticas es utilizando el float tube, es decir lo que en castellano en nuestro entorno llamamos "pato".



El jueves pasado, día 9 de agosto, las previsiones meteorológicas eran adecuadas y nos fuimos a pescar Pepe y yo.



A pesar de que la época es la adecuada nos encontramos con una cantidad de libélulas inferior a lo que otros años suelen verse y por lo tanto la actividad de los basses tampoco era tan intensa como en otras ocasiones.

Pepe a punto de salir una vez finalizada la jornada de pesca.

Poco a poco fueron saliendo los basses hasta que a eso de las 6 de la tarde cesaron totalmente de tener actividad en la superficie por lo que dimos por terminada la jornada de pesca.

 

Sin contar alguna muy pequeña la docena y media de peces que sacamos oscilaban entre 24 y 30 cm.

miércoles, 18 de julio de 2012

Asturias 2012





Como de costumbre este año también me he ido a Asturias de vacaciones de pesca.


Al igual que el año pasado los ríos tenían poca agua, es decir menos de lo que suele ser habitual en esta época del año.


A la dificultad de pescar con aguas anormalmente bajas para la época hay que añadir que la normativa de pesca de este año ha dado un retroceso de muchos años en lo que sería una gestión que pretenda una pesca más o menos sostenible.


Una de las medidas regresivas ha sido la desaparición de muchos tramos de captura y suelta que mantenían una aceptable densidad de truchas por lo que para este mes de julio estaban ya esquilmados.

Maca con una muy buena trucha
La actividad de los peces ha sido poca y las eclosiones más escasas y menos abundantes de lo que suele ser habitual en estos ríos a primeros de julio.


El tiempo tampoco ha ayudado mucho, aunque podía haber sido peor, ya que varios días salieron soleados y con viento (alguno con muchísimo viento)


Durante estos días ha habido muchos ratos aburridos, pero también ha habido ratos buenos aunque no muchos.

Sagüeto que entró a un tricóptero.
También en un sereno con muchos peces cebándose continuamente surgió la sorpresa, la mayoría eran sagüetos (sábalos)




La actividad de los peces ha sido poca y las eclosiones más escasas y menos abundantes de lo que suele ser habitual en estos ríos a primeros de julio.




Dadas las circunstancias también hubo tiempo para tentar a los mújiles con la ninfa, sacando alguno, porque lo más habitual es que se quedaran con la ninfa de recuerdo.







miércoles, 2 de mayo de 2012

PRIMER DÍA DE PESCA


Ayer día uno de mayo empezó la temporada de pesca en la región salmonícola superior de Navarra.



Las abundantes lluvias de los días precedentes y los caudales de los días previos nos crearon la incógnita de si se podrá pescar o no se podrá.



Afortunadamente los ríos bajaron bastante de nivel y buscando las zonas más altas algunos ríos bajaban pescables, aunque no con un caudal que podríamos con siderar ideal.


El agua tampoco era cristalina y quedaba más o menos color en las aguas.



El día salió con nubes y claros y un poco de viento, condiciones no muy favorables para que las truchas se ceben debido a la rapidez con la que las moscas eclosionaban y emprendían el vuelo.


Entré en el río a eso de las 12,30 y no se veía actividad por parte de las truchas ni tampoco que eclosionara ninguna mosca.




Como empecé en una zona bastante complicada debido a la vegetación y a las ramas y troncos cruzados en el río, puse una seca de conjunto y empecé a pescar al agua



No tuve que hacer muchos lances para que me subiera la primera justo en el momento de sacar la mosca del agua, porque se iba a enganchar en una piedra que sobresalía del agua. Y no la clavé porque le quité la mosca de la boca.



Después saqué la primera y alguna más sin que empezara una eclosión clara, aunque ya se veía alguna mosca.

 



A eso de las tres de la tarde la eclosión estaba en todo su apogeo y las truchas se pusieron durante un rato a cebarse de forma intensa. Al final conseguí llevarme a la mano algo más de una docena de truchas, a las que hay que añadir las que casi llegaron a la mano, las que se soltaron antes y las que revolqué. En resumen un buen día de pesca (buenísimo si tenemos en cuenta las espectativas...)

miércoles, 18 de abril de 2012

Primeros días de la temporada 2012


Después de un largo periodo de espera ya ha llegado la apertura tan deseada y tan ansiada.


Durante los días de espera hemos estado eligiendo cotos, haciendo moscas (no todas las que hubiéramos deseado) y renovando en mayor o menor medida el equipo.

Además hemos decidido probar algunos materiales o técnicas que, según nos han contado, funcionan muy bien.

Los días previos se hacen largos, parece que no llega el día, pero sí, sí llega (un poco antes o un poco después según comunidades)


Sabemos que debido a las condiciones ambientales y de los ríos en ésta época del año no vamos a tener unos días muy favorables, pero confiamos en coger alguna trucha y pasar las primeras jornadas lo más entretenidos posible dadas las circunstancias y a la espera de que las condiciones del río y la actividad de las truchas vayan poco a poco siendo más propicias.

Sabemos que la temperatura del agua será baja, que las eclosiones (si las hay) cortas y en las horas centrales del día, pero lo tenemos asumido, estamos a principio de temporada…


A pesar de todo lo dicho hasta ahora, cuando estamos en el río y las condiciones son muy desfavorables o incluso desagradables, nos surgen pensamientos como ¿por qué no he traído el neopreno? ¿para qué vengo hasta aquí si al principio se suele pescar poco o poquísimo? ¿estoy tonto? ¿por qué no he tenido en cuenta la previsión metereológica y me he quedado en casa? Y otras parecidas que irremediablemente nos volveremos a hacer sobre estas fechas en 2013 y posteriores…

Pero los pescadores a mosca somos así, unos seres poseídos por un extraño espíritu que nos obliga a hacer cosas que al resto de los seres humanos les resulta imposible comprender o creer si no lo comprueban personalmente con algún amigo o conocido.

Como es lógico no todo son penurias, aburrimiento y bolos o casi bolos, también hay ratos buenos que nos hacen disfrutar.



Entre las cosas buenas están los almuerzos con los compañeros de pesca, esa eclosión espectacular que hemos tenido durante 15 minutos (aunque las truchas no se hayan movido) y alguna captura que nos compensa un poco de estos siempre duros inicios de temporada.

Además nos queda, entre las salidas de pesca, la pesca "oral" que hacemos el resto de los días con los colegas y con algún vaso de algo de beber en la mano.