Un año más he estado en Asturias y Galicia pasando unos días dedicados a la pesca.
Al contrario del año pasado, en el que las lluvias de invierno y primavera fueron muy abundantes, este año más escasas de lo que suele ser habitual.
Como consecuencia los ríos llevaban un caudal muy bajo para esta época del año.
Debido al nivel tan bajo de los ríos las eclosiones son más escasas y la actividad de los peces disminuye y en superficie es casi inexistente.
Por otra parte hasta mediados de julio no ha hecho calor por lo que los momentos previos al anochecer no han tenido la actividad que presentan normalmente.
Debido a la escasa actividad de los peces durante las horas a pie de río ha habido tiempo de observar a algunos delos habitantes de las orillas de los ríos, que en otras circunstancias no les prestaríamos atención o incluso nos pasarían desapercibidos.
En algunos casos incluso he captado esa actividad en vídeo, como la nutria pescando anguilas o el visón asaltando un nido de urracas.
Pero en otras ocasiones no ha sido posible captar imágenes, como en el caso del martín pescador o de la pareja de martas que durante unos segundos pasaron por la orilla de enfrente.
A diferencia del año pasado que fue muy abundante en reos este año, según se comentaba había pocos.
En la práctica la escasa cantidad de reos se reflejaba en la "eclosión de pescadores" porque se veían menos pescadores que el año pasado.
Habrá que esperar al año que viene para volver a disfrutar de estos ríos y todo lo que el ecosistema fluvial es capaz de ofrecernos.
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