El pasado 20 de agosto Alfonso, Álvaro, Javier, Jorge, Paco y yo salimos de Bilbao en dirección a Alaska (concretamente a King Salmon).
El primer salmón silver
El viaje fue largo y lo hicimos en tres vuelos Bilbao-Fankfurt, Fankfurt-Anchorage y Anchorage-King Salmon; pero sin ningún problema y cumpliendo todos los horarios.
Otro silver
En el aeropuerto de King Salmon nos esperaban para llevarnos al Katmai Trophy Lodge donde estaríamos hasta el día 26 a la tarde.
Preparados para empezar un día de pesca
El plan eran 6 días de pesca en el río Naknek y sus afluentes, pero surgió la posibilidad de volar al Katmai National Park y pescar el Margot Creek, así que el día 25 Alfonso, Álvaro, Paco y yo nos fuimos en un hidroavión a pescar rodeados de osos.
Compañeros de pesca
El Katmai Trophy Lodge fantástico, un lugar espacioso muy agradable y además con una muy buena atención. Simplemente perfecto.
Un detalle del interior del lodge
La pesca en el Naknek era de 8 a.m. a 6 p.m. por lo que el desayuno era a las 7,30 a.m. y la cena a las 7 p.m. En el río comíamos un sandwich, una pequeña bolsa de algún aperitivo y una pasta. Además a eso de las 6 p.m. al llegar del largo día de pesca siempre teníamos preparado algún aperitivo y limonada fresca.
Respecto a la pesca fue bien a pesar de que el río bajaba muy alto y sus afluentes muy tomados, de hecho uno de ellos (el Big Creek) no lo pudimos pescar. Aunque no había muchos salmones en el río pescamos salmon Silver, y también, arcoíris, salmon King inmaduro, Dolly Varden, tímalo, salvelino ártico y algún white fish.
Salmón King inmaduro
Las primeras horas del día las dedicábamos a los silver para terminar las últimas 2 ó 3 horas dedicados a las truchas y los otros tipos de peces, pescándolos con imitación de huevas de salmón.
Uno de los dobletes, en este caso de tímalo y arcoiris
El día que fuimos a Katmai National Park a pescar el Margot Creek el objetivo eran los char (salvelino ártico) y las arcoiris, aunque había mucho sockeye desovando y moribundos después de haber completado su ciclo reproductor.
Paco con un sockeye
De nuevo pescamos con imitación de hueva, ya que al estar los sockeyes desovando el río estaba repleto de huevas y las arcoíris y los salvelinos absolutamente cebados a esas huevas. La media de los peces pescados (la inmensa mayoría char) era de entre 40 y 50 cm y hubiéramos pescado muchísimos si no fuera porque teníamos que compartir el río con un montón de osos dedicados a comer continuamente sockeyes y que, como es obvio, tenían preferencia.
Char o salvelino ártico
Después de estos seis días de pesca volvimos a Anchorage, alquilamos dos coches y nos dirigimos a Talkeetna, parando por el camino en Wasila para comer y comprar algún material de pesca, en el puente sobre el Willow Creek y en el puente sobre el Montana Creek para observar la presencia de salmones.
Talkeetna
Una vez instalados en el hotel de Talkeetna nos quedaban dos días para pescar o visitar algo de interés y el último día para volver a Anchorage y volar para volver a casa.
Amanece en Talkeetna a orillas del Susitna river, con el Mckinley al fondo
Dedicamos el primer día a pescar, para lo que nos dirigimos al Montana Creek. Había bastante gente, pero no estaba demasiado masificado, probablemente porque los salmones que había, Pink y Chum, estaban muertos en muchos casos y la mayoría moribundos (sobre todo los Pink) y no cogían la mosca.
Salmón Pink
De todas formas había también algunos Chum que estaban desovando o a punto de hacerlo, que sí le seguían y amagaban a la mosca, aunque la mayoría que pescamos venían robados.
Salmón Chum
A la caída de la tarde dejamos el Montana Creek y nos dirigimos a un lago próximo a Talkeetna para pescar arcoíris donde alguno pescó alguna pequeña con tricóptero.
Como la pesca de salmones en el Montana Creek no era muy apasionante Alfonso, Álvaro y Paco se fueron a mediodía a Talkeetna para visitar desde una avioneta los glaciares del Mckinley y volvieron encantados de la experiencia, que duraba desde que despegaba hasta que volvía a aterrizar una hora exacta.
Denali National Park
El último día de estancia en Talkeetna lo dedicamos a hacer una excursión al Denali National Park, que resultó ser una experiencia inolvidable, aunque no tuviéramos mucha suerte con la fauna que pudimos ver. Pero el lugar, además de inmenso, es de una gran belleza y además, a pesar de ser agosto, presentaba unos colores claramente otoñales que lo hacían muy espectacular.
Alces en una charca muy temprano, sin tiempo para que se disipe la neblina
En resumen un gran viaje de pesca, aunque no sólo de pesca, que hay que procurar repetir en cuanto sea posible.
Dioss increíble viaje!! Da verdadera envidia (sana.. jajaj) ver esto, a ver si el día de mañana se puede hacer hacer. Saludos!
ResponderEliminar